Me doy permiso para soñarte y sí ¿Por qué no darme aunque sea el permiso de tenerte y disfrutarnos en sueños? Me doy todo el permiso para saberte mío, para oír salir de tu boca las palabras que quiero escuchar, y nunca dijiste. Me quiero dar el permiso de ser feliz aunque sea en sueños, aunque no sea real ¿Y qué? No enloquecí, sé que no es real, sé que no soy yo la que mirarás al despertarte cada mañana. Lo entendí, lo explicaste clarísimo la última vez que nuestros labios se rozaron, miré tus ojos y no había más que despedida en ellos para mí.
Pero hoy, pese a todo lo que dijiste, pese a todo lo que traté de olvidarte, pese a todos los que traté de que fueran vos, y nunca lo lograron, pese a todo. Hoy estuviste toda la tarde haciéndome el amor. Ay! Estuvimos tan cerca, nuestros cuerpos danzaban como siempre supieron hacerlo al encontrarse. Mi cuerpo estudió al tuyo, te sabe de me memoria, cada vez que te piensa te recuerda como si te tuviera. Te hago una y otra vez el amor, no paro de hacerlo. Estás ahí conmigo y yo con vos, nos miramos a los ojos, sedientos ambos de amor y pasión, tus brazos me abrazan, mi ternura se resbala en tu boca, tus piernas se entrecruzan con las mías, mi corazón galopa junto al tuyo, tu peso no me pesa, tocas mi alma y me elevas como nunca nadie en este mundo lo hizo, ni lo hará jamás.
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