¡Qué placer recibirte todos los días para juntos aprender!

Gracias por ser parte de mí,

por tus sonrisas y carcajadas.

Gracias por querer recibir mi contención cuando algo te angustia,

por dejar que te ayude a resolver conflictos.

Gracias por escucharme sorprendido ante algún cuento,

por creer en todo lo que invento, por seguirme y dejar que te siga.

Gracias por peritirme entrar y quedarme más que un ratito,

por invitarme a jugar y a veces dejarme ganar.

Gracias por tu mirada, que me abre el universo de lo posible e imposible.

Gracias por querer sentarte junto a mí, por tus chistes,

tus enfrentamientos, tus cuestionamientos.

Gracias por hacerme relegir a cada instante estar donde estoy,

por hacerme re pensar cada día.

Gracias por confiar en que juntos es mas fácil.

Gracias por dejar que te enseñe y enseñarme vos a mí.

¡Feliz día!

Tu maestra y tu aprendiz.