sábado, 26 de marzo de 2011

No sabes lo que me dijo María…

...Que iba bien, que sí que llame a todos, que iba a querer abrazos , que estaba confiada, que iba a pedir que le tome esa profesora conocida, que no importaba si no estaba, que confiaba, que nos esperaba, que…” todo iba a salir bien” ¿María? Si, si María…
María liviana, tranquila, María sin María, María dejándose en paz, sabiéndose posible, María queriendo ser eso que quiso por mucho tiempo, María lográndolo, María accionando específicamente para que eso pase, corriendo todo obstáculo que se le presentaba,( hasta a ella misma se corrió de sí) y agregando todo lo que generara placer ¡María! Siiii, María, mi amiga decidió recibirse y se recibió. Lic. en Sicología
Salió con su musculosita hermosamente roja “pa la envidia de todos”, sus uñas haciendo juego y su sonrisa que contagiaba al mundo. Pidiendo que no, corriendo, pero finalmente riéndose y dejándose llenar de harina y huevos, huevos que deseaban empaparla e inundarla y abrazarla como yo. ¡Qué lindo abrazarte amiga, qué lindo sentirte en ese momento, qué lindo estar cerca tuyo en ese día tan esperado!
Me llenás de orgullo, y no solo porque te recibiste… por tu perseverancia, porque sabes sostener lo que querés, porque armás y mantenés tus creencias e ideales, no importa el tiempo que te lleve, y porque podés soltarlos a la mierda si no te sirven y seguir. Porque armaste, desarmaste y volviste a armar, porque no soltaste los apuntes que te sostenían y porque hoy los dejás entendiendo que con lo que hay hasta hoy, podes caminar sola…siempre estarán ahí para volver cuando quieras pero hoy podés sola. Te recibiste y yo fui testigo y fui feliz de estar ahiiiiiiiii. Tu felicidad es la mía, te amo.

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