La mamá y el papá al amanecer
gritaban en silencio su felicidad.
Dieron la noticia lejos pero llegó cerca.
Voló rápidamente como un rayo de sol,
y tocó cada puerta con agitación.
De los ojos brotaban lágrimas de felicidad,
encuentro, ilusión, asombro por la vida.
La gente no paraba de llegar.
Las voces se amontonaban, se chocaban,
se daban cuenta y se silenciaban,
pero al segundo volvían a empezar
revolucionando los sentimientos
Hoy amaneció nublado en Buenos Aires.
Hoy el sol quiso estar con ella,
se pidió el día, para verla nacer.
Hoy el sol abrazó a Sol
y cambió nuestras vidas para siempre.
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